No resulta nada fácil contestar con sinceridad a ¿cómo te sientes? y es todavía más difícil expresar ¿qué sientes?, ¿por qué estás abatido?, ya lo comenté en un artículo anterior. Resulta difícil encontrar palabras para contestarse, porque el bloqueo emocional es poderoso y se hace fuerte.
Resulta más difícil aún si se trata de un taller grupal, por ello es imprescindible que en el mismo se cultive y desarrolle la confianza: tenemos que sentirnos seguros cuando nos expresamos, la confianza nos permite mostrar la individualidad de nuestros estados emocionales, nos autoriza a sentir, y tenemos que sentirnos a salvo cuando nos sabemos vulnerables. Por otro lado, si se dan las circunstancias adecuadas, la sinergia del grupo ayuda a que cada persona vaya haciendo su proceso de cambio. Y en ocasiones, como ahora os compartiré, surge la magia.
Son momentos incómodos, de trabajar en nuestros puntos débiles, de enfrentarnos a nosotros mismos y hacer aflorar nuestros bloqueos. Hay tantas emociones en juego que el primer pensamiento puede ser escondernos, cerrarnos en nosotros mismos y dejarlo correr, pero cuando se trata de nuestro BIENESTAR EMOCIONAL no podemos permitirnos procrastinar.
A medida que se genera ese clima de confianza van aflorando temas cada vez más auténticos y de una gran generosidad ya que dejamos entrever nuestras vulnerabilidades. “La confianza y la vulnerabilidad crecen juntas” afirma Brené Brown, profesora en la Universidad de Houston.
En uno de mis talleres de Educación Emocional con mi herramienta “Mover los Sentimientos” llevábamos unos días trabajando las emociones y nuestro estado emocional cuando una de las asistentes tomó la palabra. El día anterior les había propuesto que plantearan una situación de bloqueo emocional sentido. La idea era ver cómo podíamos abordar la situación desde otros puntos de vista.
Vamos a suponer que esa asistente se llamaba Carla. Éste fue su testimonio, extraído del vídeo que grabamos ese día con el consentimiento de todos los asistentes.
“Mi padre está enfermo, le queda poco tiempo y no sé cómo acercarme a él. Siempre ha existido mucha distancia entre los dos.
Yo sé que le he hecho daño, no sé si me va a perdonar y … quiero abrazarle, pero …no puedo, no me sale, hay algo que …
Cuando estoy en casa pienso en ello, pero frente a él únicamente acuden a mí palabras frías, no sé darle ese abrazo, ese cariño o ese mimo que sé que, tanto a él como a mí, nos iría muy bien. Y salgo de casa de mis padres recriminándome que no le he dado ni un abrazo, no le he dicho una palabra de cariño, … me fustigo y me invade un sentimiento de culpa: “otra vez ha pasado otro día, no me he podido acercar a él y cada vez nos queda menos tiempo”.
Ese sentimiento me bloquea y se crea como un bucle que me impide demostrarle mi afecto y me hace sentir culpable, lo que me impide demostrarle mi afecto y … así una y otra vez de nuevo.”
-De acuerdo Carla, le dije yo, esa es la situación que estás viviendo y en la que te sientes bloqueada. Ahora necesito que verbalices una pregunta concreta al respecto.
“La pregunta sería ¿cómo puedo acercarme a él? ¿cómo eliminar barreras? ¿cómo puedo demostrarle, pese a la frialdad de nuestra relación que …?”
Carla barajó las cartas de “Mover los Sentimientos” y extrajo una al azar:
MELISA {Reanimar}
-Antes de acudir a consultar las Pistas y Simbología …
¿Qué te sugiere {Reanimar}? ¿Qué te sugiere como respuesta?, le pregunté.
“En este caso lo veo como reanimar a ese amor que “no sale”, que está taponado, encerrado, … ese afecto que no sé demostrar pero que sé que está ahí.”
-Vale, ahora coge el dossier de Pistas y Simbología, léelo y busca la frase que más te resuene.
-De acuerdo, ahora trabaja con la frase que has escogido, sobre los sentimientos que despierta en ti la situación que nos has relatado.
Tras unos minutos Carla nos leyó lo que había escrito.
“Entiendo que sólo con mi presencia, acompañándolo, ya le transmito. A lo mejor no tengo que acelerarme ni recriminarme.
Y cuando hablo de culpas reconozco que también lo culpo a él por dejar de luchar contra la enfermedad, por dejarse ir.
Una vez calmada y libre de culpa, tal y como indican las Pistas y Simbología … “Volvemos a comenzar cuando encontramos fuerzas para reemprender el camino”, tal vez entonces sea capaz de expresar mi afecto de forma más fluida.”
...
Bien, este es un ejemplo de cómo podemos utilizar mi herramienta “Mover los Sentimientos” en situaciones de bloqueo emocional.
Ya, pero ¿y si le hubiera salido otra carta distinta?, podéis pensar.
Pues habría trabajado sus sentimientos desde esa otra carta. Las cartas son únicamente el detonante para desencallar, para indagar en nuestro interior en una dirección concreta. Ninguna carta nos dice nada “malo”, por tanto, cualquier carta podría haber ayudado a Carla que ya había iniciado el proceso de enfrentarse a si misma en ese estado de bloqueo emocional. Quizás, con otra carta, habría encontrado otro camino distinto, pero ella ya había decidido cuál sería su destino.
Como dice Elsa Punset: “No es magia, es inteligencia emocional”.