Mover los Sentimientos

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¿y esto para qué sirve? Carmen Sanjuán

““Estar o sentirse orgulloso” de otra persona es de los valores más sobresalientes que puedes experimentar, porque significa que estás teniendo relaciones interpersonales en las que crees, relaciones verdaderas, por eso estás orgulloso u orgullosa del otro.

Encontré por los pasillos a Mónica el tercer día que llegaba para impartir el “Taller de Emociones”, como lo llaman en el Centro Can Banús de la Fundació Acollida i Esperança, donde colaboro.  

—  ¿Sabes? el fin de semana me encontré a Vicente y a su hija, que lo había venido a visitar, y su hija me comentó que ya se había enterado de que Vicente hacía un taller de emociones. Me dijo que, su padre, incluso le había enseñado el tarjetero que, a modo de diario, utiliza en el taller.

Con este comentario, yo me sentí la persona más orgullosa de este mundo, una de esas veces en que podrías escalar la montaña más alta, y te miras al espejo y sonríes con una sonrisa del alma.

Vicente estaba en el taller desde el primer día. Al iniciar cada sesión me preguntaba que para qué servía el taller, me quería importunar, era su forma de acercarse a mí. Esto me daba pie para saber que lo primero que debía hacer, al comenzar, era establecer el objetivo y recordárselo al grupo.

—  Hoy comenzamos nuestra cuarta sesión del Taller de Educación Emocional. Aquí no vamos a aprender a sentir emociones porque, del amor y del miedo todos sabemos. Vamos a dar la vuelta a las emociones que sentimos, vamos a observar cómo la misma circunstancia puede llevarnos a una emoción diferente de la de otra persona y que la perspectiva de esa emoción se puede compartir.

—  Comenzaremos con una relajación rápida…

Esta anécdota es mi homenaje a Vicente, que tuvo una visibilidad social paralela al estándar establecido. Mi reconocimiento a un hombre que siguió perseverando en cambiar y progresar como persona a pesar de ser enfermo de sida y padecer un cáncer terminal. Mi recuerdo para ese “gruñón” que llegaba a cada sesión cuestionando para qué servía eso y que, en cambio, una vez iniciada la sesión era de los más participativos.

Yo supe de Vicente, le vi, “te veo” que decían los Na’vi en la película Avatar, y que significa: veo tu verdadera esencia, veo realmente quién eres. Te respeto, te saludo, te honro, te reconozco, te recibo... conecto contigo...

Vicente logró que estuviese orgullosa de él y, por consiguiente, de lo que hacíamos y hacemos cada viernes en este Taller de Educación Emocional en el que todos los participantes activan su estar presencial, promueven su interés en relacionarse y atender a los otros participantes. Donde todos disponen de su tiempo para hablar, expresarse y ser escuchados mientras trabajamos sobre la alegría, la envidia y los celos, la confianza, el afecto y el amor, la vergüenza, el agradecimiento, los prejuicios y la empatía, el miedo, la tristeza, el respeto, la ira, el orgullo…

¿Para qué sirve esto? que me decía Vicente. “Estar o sentirse orgulloso” de otra persona es de los valores más sobresalientes que puedes experimentar. Darle voz al sentirse orgulloso de otra persona en tus relaciones personales es una fuente de bienestar, ¡experiméntalo!  Gershen Kaufman, en su “Psicología de la vergüenza”, nos propone este ejercicio diario para mejorar en nuestra apreciación personal. Porque es oro para tu propio bienestar. Porque significa que estás teniendo relaciones interpersonales en las que crees, relaciones verdaderas, por eso estás orgulloso u orgullosa del otro.

Tener a los otros y que los otros te tengan a ti, como si en la maquinaria de un reloj fuerais dos engranajes funcionales al unísono. Sin uno, el otro no se puede mover. Esto no significa que sea para toda la eternidad, ni para todas las actividades o ámbitos de tu vida, pero esos momentos sí podríamos describirlos en este sentido: en simbiosis, en analogía, sin contrastes específicos. Todo esto como vivencia, absolutamente como momento, aquí y ahora. Como sentimiento, no como dependencia.

Un acuerdo complacido donde el fluir de lo de uno y otro se hace eterno, aunque solo sea durante 1 hora, pero esa hora es mágica.

Cuánto me gusta lo mágico, lo que me hace sentir especial.

El principio y el fin se dan la mano y esta semana ha muerto Vicente, una muerte que él mismo me había anunciado con anterioridad. Me he quedado confortada por compartir el dolor de los que le querían, que eran muchos.

“A pesar de mi empanada mental solo deseo la felicidad de mi hija, asistir a su boda, ser abuelo y morir en paz” escribió un día en su tarjetero de emociones. ¡Cuántas emociones concentradas en una sola frase!

No nos engañas, Vicente, tú sabías muy bien para qué servía el taller.

 

La Fundació Acollida i Esperança es una entidad sin ánimo de lucro cuya misión es promover espacios de acogida para personas en situación de exclusión social, especialmente personas afectadas por el VIH/sida sin recursos económicos, con el fin de acompañarlas y darles oportunidades de cambio, tanto en lo referente a la mejora de su calidad de vida como a su promoción como personas.

En esta dirección https://www.acollida.org/ puedes contactar con ellos si quieres más información o tienes posibilidad de colaborar de alguna forma.

 

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Carmen Sanjuán Pertusa

Diseñadora y Artista Plástica, Licenciada en Bellas Artes especialidad de Escultura por la Universidad de Valencia y especialidad de Diseño por la Universidad de Barcelona. Posgrado en Educación Emocional y Bienestar por la Universidad de Barcelona.

He ejercido como profesora de Secundaria y he sido colaboradora del Museo de la Ciencia de Barcelona. Actualmente realizo Talleres sobre Educación Emocional, Creatividad y Innovación para empresas y instituciones públicas.

Habitualmente escribo poesía y he participado en el libro coral "27 de septiembre: Un día en la vida de las mujeres" editado por Editorial Alfama.

Todas las ilustraciones que aparecen en la web, así como las de los juegos, son mías.

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